Entró Jesús otra vez en Capernaum después de algunos días; y se oyó que estaba en casa. E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra.
Cuando Cristo está en una casa, los buenos hombres se sienten atraídos a ese hogar y los malos hombres son beneficiados .La bendición divina reposa sobre ese hogar, ministerios de bendición fluyen de esa casa, todos los que tienen a Cristo en su familia, no actúan como las otras personas, sus motivos son puros, sus caridades son mas desinteresadas, caminan en este mundo con el reflejo de alguien que tiene una fuente de gozo interna, proclaman con sus vidas que viven bajo la sombra del omnipotente. Cuando la relación matrimonial no está marchando bien, es porque no se están poniendo en práctica los principios bíblicos, o se están mal aplicando.
La fragancia de las rosas no se puede esconder y hay una fragancia en Cristo que siempre se revela en todas nuestras relaciones. La luz de su presencia no se puede esconder. La luz de Cristo sale por cada ventana de la casa, y por cada rendija, El amor a Dios puede ser invisible, pero produce tales resultados, que pronto viene a ser conocido en todo el vecindario. La doctrina cristiana, hace a las personas generosas, útiles y llena a las personas con el deseo de hacer lo que es bueno, y servir y bendecir a otros.
Este verso muestra la buena hospitalidad de Cristo, él dió lo mejor que su casa producía, lo mejor que podría cualquier otro ofrecer; él le predicó la palabra a ellos, (V. 2.) Muchos de ellos quizás vinieron solamente por las curaciones, y muchos quizás solamente por la curiosidad, conseguir una vista de él; pero cuando él los tuvo juntos él les predicó a ellos. Aunque la puerta de la sinagoga estaba abierta a él en las horas apropiadas, él no pensó en absoluto inoportuno predicar en su casa, en un día de la semana; aunque algunos pudieran reconocer que es un tiempo y un lugar incorrecto. “Dichosos vosotros los que sembráis junto a todas las aguas, y dejáis libres al buey y al asno. Isaías 32:20
EL LICENSIADO ROOSEVELT COMENTA DESDE CUBA
Cuando Cristo entra a nuestras vidas y aun mas cuando llega a entrar a nuestras casa, son muchas cosas buenas las que entran, es realmente cierto en las casa donde Cristo esta presente emanan de ellas todo lo bueno que Cristo es para cada uno de nosotros. Uno debe ser el reflejo de Cristo en la calle, en el barrio, en la casa, pues Jesús despide Amor por todos lados y uno debe de emitir ese Amor por doquier, mira ahora en el país uno camina y el hablar a cambiado tanto que las personas dejaron atrás la forma correcta de hablar y lo mismo en las calles, centro de trabajo, barrios, casas, una gran mayoría habla con un lenguaje casi indescifrable, en una conversación común las personas hablan como si se estuvieran peleando, un metal de voz alta dicen en un momento más malas palabras que las que uno se pueda imaginar y de lo que más uno se asombra es que lo que hablan para ellos es como si dijeran cosa lindas y agradable y cuando uno habla con personas como estas no saben como mantener una conversación con uno, creen que uno llego de otro planeta. Saludo en Cristo Roosevelt
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