De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida
La promesa consiste en vida eterna, pero también se relaciona con el concepto de " permanecer" (1.Juan 2:24). “Permanecer en el hijo y en el padre”. ésta promesa de la vida eterna viene de Jesús mismo, es consistente con 1.Juan 5.12, implica que el creyente ahora tiene ésta vida eterna, no en el futuro, y está alternadamente relacionada con Juan 8.12.
Los que guardan las palabras de Jesús no verán muerte porque han pasado ya de muerte a la vida .En la teología de Juan la vida eterna comienza en el presente no en el mundo que está por venir.
Esta vida es una actual posesión y también una fruición futura gloriosa. A los que ejercitan la fe en Jesús, es una experiencia y posesión actual (Juan 4:10 Jn; 5:24, 40). Fe en él como el hijo de Dios es el medio psicológico cual trae a las personas a una relación vital con Dios. Los que ejercitan la fe inmediatamente experimentan esta nueva energía y comunión, viven nuevas actividades.
Oír en este lugar, denota evidentemente no el acto exterior de la audiencia, sino recibir la palabra de una manera apropiada; para sufrirla, para que haga su impresión apropiada en la mente; para obedecer, no es el acto de un intelectual que oye un discurso. Muchas personas oyen exteriormente el evangelio pero jamás lo entienden ni lo obedecen. Cuando nos entregamos por entero a las enseñanzas de Jesús, el resultado es inmediato, surge el poder en nuestras vidas, tenemos un nuevo sistema de vida.
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