Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano
Al mirar pasar el calendario del 2008 al 2009, nos asombra cuán rápido el tiempo parece volar. Es como si acabáramos de presenciar el cambio del milenio cuando celebramos el comienzo del año 2000, sin embargo eso fué hace ocho años. El tiempo pasa a una gran velocidad. Y con cada año nuevo, también le añadimos otro año a nuestra vida. El Año Nuevo es una buena ocasión para evaluar que tan lejos hemos avanzado en el logro de nuestra meta. Y si la meta que nos propusimos fué el progreso espiritual, esa meta solo se puede alcanzar por medio de un método, la devoción diaria con Dios.
Más que todo por acción sicológica el principio de un nuevo año es un momento de cambio para nosotros. Algunos escriben nuevas metas, otros comen uvas en Diciembre 31 pidiendo deseos, y aun otros en fe le piden a Dios que les conceda alguna larga lista de deseos. A esto le llaman “resoluciones de año nuevo”.Ahora, la mayor y la mejor de las resoluciones que podamos hacernos es: “proponernos dedicar mas tiempo para buscar a Dios”. Es curioso que para muchas personas esta lista de resoluciones no cambie de un año a otro. Desde dietas, esfuerzos para dejar de fumar, perder peso, cambiar de trabajo hasta acercarnos más a Dios. La razón obvia para que muchas de estas resoluciones estén siempre en la lista es que no las alcanzamos, y no las alcanzamos porque no ponemos a Dios primero.
Si nos saltamos nuestra comunión diaria con Dios creyendo que durante el día vamos a tener tiempo para hacerlo, veremos cómo los días se nos van sin podernos librar de las demás responsabilidades. Si ponemos a Dios como la primera cosa que hagamos cada día, entonces no importa lo que se nos quede por hacer de nuestra lista, porque al menos habremos completado la actividad más importante, Dios.
No esperemos hasta el 2010 para ver que se nos ha pasado otro año haciendo todo lo de nuestra lista de “cosas por hacer”, menos el reino de los cielos. En lugar de eso, no esperemos. Hagamos del 2009 el año en que la primera cosa de nuestra lista diaria sea DIOS.
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