Promesas divinas 2:Corintios 1:20

Porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios.

¿Cuan absolutas son las promesas de Dios? No hay ninguna restricción en su medida y número, como tampoco hay restricción en la manera en que él provee al hombre, el da con ambas manos. Dios da buena medida, apretada, remecida y rebosando en nuestro regazo. Ese es el estilo de Dios tratar con nosotros. El nos promete lo mejor y lo más digno de él. Tampoco hay restricción en la variedad de las promesas, actualmente las librerías están llenas de libros de promesas. Tales libros son un poco mecánicos en la tabulación de las promesas, clasifican las promesas, según las diferentes tribulaciones y necesidades por las que pasa el lector. Aunque estos libritos son buenos para localizar fácilmente una promesa en el día malo no podemos perder de vista que estos libros son producto de falta de conocimiento pleno de la palabra de Dios, la cual establece que no hay tribulación que se levante o se pueda levantar en la vida de un creyente, que Dios Padre no haya previsto y anticipado, por lo tanto haya dicho lo que es suficientemente exacto. La Biblia entera, es una mina de riquezas para que el hijo de Dios pueda fortalecer su corazón. La Biblia no tiene como su centro las promesas promisorias. En cualquier dirección en la que necesitemos ser guiados, hallamos en la Biblia las palabras escritas para esa ocasión.

Ahora, ninguna promesa divina es de interpretación privada, no le pertenece a un solo creyente sino a todos los creyentes. Ud. mi estimado hermano puede reposar tranquilamente en las promesas de Dios, donde quiera que viva, y a la raza que Ud pertenezca, puede reposar en la promesa, pues es tuya. En el mismo lugar donde Jacob descanso y durmió, allí mismo tomó posesión de la promesa, acostado cuan largo era sobre la tierra, con las piedras de aquel lugar como almohadas. El ni se imaginaba que de esta forma iba a tomar posesión de aquel lugar, sin embargo era así. El vió en el sueño una escalera que unía el cielo con la tierra, y seguramente, él debía tener derecho al suelo donde reposaba el pie de la escalera de otra forma no podría tener acceso a la escalera divina.