JUAN 3.3
Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
La nueva vida en Cristo es llamada en el nuevo testamento de diferentes formas, es llamada; “nacer otra vez” en contradicción a el nacimiento natural, es llamada,”nacer de arriba” o “nacer de Dios”, debido a que es Dios y no el hombre el que la efectúa en el ser humano, es también llamada, “nacer de agua y del Espíritu”, en referencia a los medios por medio de los cuales ella es manifestada visiblemente al mundo. Esa vida de Dios es necesaria en nosotros si queremos reflejar el poder de Dios en todo nuestro andar diario, es necesaria para poder vivir nuestra vida por el poder de Dios, para que su gracia trabaje dentro de nosotros produciendo la renovación, y esta vida es el resultado del trabajo de la trinidad en nosotros. Dios el padre da su gracia, la bendición de la adopción, y la seguridad del cuidado paternal. Dios el hijo, nos da su amor, la comunión con sus sufrimientos, los meritos de su obra, la seguridad de su hermandad con nosotros y la participación de su herencia en los cielos. Dios el Espíritu Santo, da su consuelo, la seguridad de su morada interna en nosotros, y la capacidad para controlar toda nuestra vida hasta el fin.
Cristo pudo ver la condición del alma de Nicodemo e inmediatamente se dirigió a el con el tópico mas importante e interesante, Cristo vio que el objeto de la visita de Nicodemos era inquirir acerca del reino mesiánico, y en referencia a esto Cristo le replico, “Excepto un hombre nazca de nuevo no puede entrar en el reino de Dios.”
Cristo le esta dando un concedo nuevo y revolucionario acerca del reino, muy diferente a la idea judía, le esta diciendo que el reino es personal no nacional o ético y su entrada a el, no es por ser hijo de Abraham como ellos creían sino por el arrepentimiento y el nuevo nacimiento. Cristo le esta diciendo que el reino comienza en el corazón del ser humano.
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