Proceda de tu presencia mi vindicación; vean tus ojos la rectitud.
Justificación (heb., tsedheq, tsadheq; gr., dikaioo, validar, absolver, vindicar, rectificar). La palabra justificación puede ser definida como el acto judicial de Dios por medio del cual, basado en la obra meritoria de Cristo imputada al pecador y recibida por fe, Dios declara al pecador absuelto de pecado, liberado de su pena y restaurado como justo. Significa estar establecido por Dios en una relación recta con él. Esta doctrina se encuentra en las epístolas de Pablo, especialmente las de Gálatas y Romanos.
David esta aludiendo en este pasaje a un juicio o a una sentencia viniendo de Dios en vista del asunto mencionado en el salmo, al daño y lesiones que él había recibido de sus enemigos. Él sentía que le habían hecho injusticia y mal y él se sentía confiado que una sentencia o un juicio de Dios en el caso estaría en su favor. El sentía que si llevaba su caso directamente ante de Dios, Dios decidiría en su favor. Por eso el dice:”llegue mi oración a tu presencia”, él pidió que Dios examinara el caso con sus propios ojos, o que lo considerara, y que viera donde estaba la justicia. Las cosas que están rectas y derechas. Él se sentía confiado que su causa era correcta, y él ruega aquí que la justicia en el caso pueda ser hecha. Él sentía que si Dios intervenía en el asunto sus enemigos fracasarían. Como entre nosotros mismos y nuestros compañeros es correcto rogar a Dios para que la justicia exacta sea hecha, porque podemos estar seguros que si la justicia está de nuestro lado, y que nos dañan podemos contar con la intervención de Dios.
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