Andando él extraviado por el campo, un hombre lo encontró. Y aquel hombre le preguntó diciendo: — ¿Qué buscas?
Impaciente por saber cómo estaban sus hijos en un campamento tan distante, Jacob envió a José; y el joven acepto la misión con alacridad, dejó el valle de Hebron, buscado llegar a Siquen. José se extravió en el campo al no encontrar a sus hermanos en el lugar, visto por un hombre fue avisado que sus hermanos se mudaron de la vecindad y se habían movido para Dotan.
La historia de José demuestra, que no le faltaban pretextos ni razones para volverse atrás y abandonar la búsqueda de sus hermanos, ya que no los encontró en Siquen. el lugar donde lo había enviado su padre. Sus hermanos lo despreciaban y realmente no había relación de hermano, era fácil volverse y decirle a Jacob que no los encontró.Sin embargo movido por su piedad filial, decidió enfrentar el peligro, y persevero en la búsqueda hasta cumplir la misión.
Este relato además pone de manifiesto, los muchos recursos con los que cuenta la providencia divina, para alcanzar sus propósitos, pues Dios puso en el camino de José, la persona, el hombre oportuno , para que se dirigiera a José y le indicara el camino de la reconciliación con sus hermanos. Son muchos los intermediarios de Dios, y sus designios se cumplen en cualquier circunstancia.
Muchas veces tenemos miles de razones para romper las relaciones con una persona que nos ha causado problema, pero en el verdadero cristiano siempre hay una razón para iniciar un dialogo y restaurar la relación, Dios siempre va a tener una persona como este hombre que se encontró con José, para ayudarnos en el intento de encontrar el camino del perdón. 62 millas camino José hasta encontrar a sus hermanos, aparte de los peligros y lo difícil del terreno. ¿Cuántas millas caminarías tu, para restaurar la relación perdida?
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