El escritor y naturalista francés, autor de Armonías de la naturaleza, escribió: “A veces me detengo con placer para observar, después de la lluvia, mosquitas que bailan en redondo una clase de ballet. Se dividen en cuadrillas que se elevan, descienden, circulan se entrelazan sin confundirse…Un vapor que sale de la tierra es un foco habitual de su placer; pero, a menudo, una oscura golondrina atraviesa de repente su ligera tropa y se traga grupos enteros de bailarines. Sin embargo, su fiesta no se interrumpe. Después de todo, su vida es una imagen de la nuestra.
Los hombres se forjan vanas ilusiones alrededor de algunos vapores que se elevan de la tierra, en tanto que la muerte, como una ave de presa, pasa en medio de ellos y los engulle a su turno, sin interrumpir a la multitud que busca el placer” ¡Como concuerdan estas palabras con las del Salmo 39: 6! “Ciertamente como una sombra es el hombre; ciertamente en vano se afana”
Lo que es verdadero, firme e imperecedero es lo que pertenece al dominio invisible y celestial. Al comprender que no debe aguardar nada de semejante mundo, el hombre de fe se pregunta: “¿Ahora Señor que esperaré? ¡Mi esperanza está en ti! Salmo 39:7
Investigador
Pastor Isaac Benavides M.
Stgo. 29 jun. 08
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