Esto dijo acerca de Judá: “Escucha, oh Jehová, la voz de Judá; tráelo a su pueblo. Sus manos le basten, y séle ayuda contra sus enemigos.
Esta es la bendición de Judá, la tribu principal de Israel. Tenga presente que los israelitas estaban acampado frente al río Jordán, en los llanos de Moab cerca de rió Jordán, recto frente a la ciudad de Jericó. Ellos estaban siendo mandados por Dios a cruzar a la tierra prometida, para tomar su herencia. Enemigo tras enemigo debía ser derrotado; año tras año el conflicto debía continuar. Moisés iba a morir y no estaría presente en estas guerras, Dios entierra sus siervos pero no sus planes. La conquista tenia que seguir. Debido a la lucha militar que tenían que enfrentar los israelitas la mente de Moisés estaba inundaba y preocupaba cuando él pronunció estas bendiciones, orar por la tribu de Judá era orar por el líder de la conquista .Por eso Moisés pide tres cosas para esta tribu. Teniendo estos hechos presente, observe la bendición de Moisés para esta gran tribu.
Moisés rogó que Dios oyera las oraciones de las familias y de los soldados mientras que marcharon a la guerra. Siendo la vanguardia del ejército, los soldados estarían buscando naturalmente la ayuda de Dios. Moisés rogó que Dios colocara la tribu de Judá en la tierra prometida, es decir, que los soldados de Judá volvieran de batalla de nuevo a sus hogares. Moisés rogó que la tribu de Judá fuera victoriosa en la defensa por si misma con la ayuda de Dios. Que no necesitaran de ninguna otra ayuda.
Dios promete dar la victoria al creyente. Pues marchamos a la tierra prometida del cielo, enemigo tras enemigo, conflicto tras conflicto, intento tras intento, tentación tras tentación todos los enemigos que puedan ser concebidos tienen que ser enfrentados. Pero Dios nos da la promesa gloriosa de la victoria. El creyente genuino conquistará a todos los enemigos que intentan derrotarlo a través de la vida. El creyente será triunfante, más que un conquistador. Ésta es la gran promesa de Dios: “¿Quién nos separará del amor de Cristo?¿Tribulación? ¿Angustia? ¿Persecución? ¿Hambre? ¿Desnudez? ¿Peligros? ¿Espada? 36 Como está escrito: Por tu causa somos muertos todo el tiempo; fuimos estimados como ovejas para el matadero. 37 Más bien, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Por lo cual estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo porvenir, ni poderes, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro. (Romanos 8:35, 37-39).
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