Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.
Todo discurso debe ser discreto y oportuno, como corresponde a los cristianos. Aunque no siempre sea de gracia, siempre debe ser con gracia. Aunque nuestro discurso sea sobre algo común, debe ser, sin embargo, de un modo cristiano. La gracia es la sal que sazona nuestro discurso e impide que se corrompa. No basta con responder lo que se pregunta a menos que también respondamos rectamente.
Los cristianos han de ser graciosos, agradables, atractivos y corteses. La expresión “sazonada con sal” significa : Ni desabrida, ni insípida, ni sosa, ni insulsa. Los cristianos deben darle un toque de viveza y utilidad, y han de destacarse por su pureza, integridad y agudeza bendita. Un error que las personas cometen con frecuencia al comunicarse es esforzarse mucho en impresionar a la otra persona. Intentan aparentar ser inteligentes, cómicos, o entretenidos. Pero si desea relacionarse bien con los demás, tiene que estar dispuesto a enfocarse en lo que tengan que ofrecer. Impresiónese e interésese, no sea impresionante e interesante. El poeta Ralph Waldo Emerson reconoció: «Cada hombre que conozco es en cierta medida mi superior, y puedo aprender de él». Recuerde eso y escuche, y las líneas de comunicación realmente se abrirán. El afamado escritor John Maxwell da tres consejos a la hora de comunicarnos:
“Sea franco. La comunicación franca genera confianza. Si tiene agendas ocultas, se comunica con los demás vía terceras personas y endulza las malas noticias, se afectan las relaciones . Si no ha sido franco , decida entonces cambiar de actitud. Propóngase hablar franca pero amablemente con sus compañeros.
Sea rápido. Si usted acostumbra guardarse las cosas en lugar de decirlas, propóngase cumplir con la regla de las veinticuatro horas. Cuando descubra algo irregular en relación con sus compañeros, use la primera oportunidad razonable para tocar el punto. Invite a los demás a hacer lo mismo con usted.
Sea inclusivo. Algunas personas tienden a retener información y no la comparten a menos que los obliguen a hacerlo. No haga esto. Si puede incluir a otros, hágalo. Por supuesto, se requiere que sea discreto con información delicada pero recuerde esto: la gente se interesa en aquello en lo que está involucrada. La comunicación franca aumenta la confianza, la confianza aumenta el sentido de pertenencia y el sentido de pertenencia favorece la participación.”
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