viernes, 31 de octubre de 2008

Firmeza de fe y proposito Colosenses 2:5



Colosenses 2:5
Porque aunque estoy ausente en cuerpo, no obstante en espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro buen orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo

“¿Puede correr rápido tu caballo?”, le pregunto un caballero a un chico, mientras éste retenía el caballo por las riendas en una ajetreada calle de Londres. El le contesto: “No señor, no puede correr rápido, pero en cambio se mantiene muy firme. Y ésta es una cualidad muy de admirar en un caballo”.
No solamente en los caballos, también en los seres humanos, porque éstos son unos días difíciles, llenos de tentación que pueden apartarnos del camino correcto.
Como podemos mantenernos firmes en tiempos de prueba y tentación es algo de máxima importancia, Filipenses 4:1 dice: “Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía, estad así firmes en el Señor”.En el servicio del señor y en sus caminos debemos estar seguros si queremos alcanzar el fin que deseamos. Pablo hablo de la importancia de mantenerse firmes en la doctrina: “Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra” (2.Tes. 2:15).Bajo ningún concepto debemos vender la doctrina cristiana, mucho menos por alcanzar el iglecrecimiento.
La obtención de la gloria eterna depende de que seamos fieles a la gracia divina. Debemos mantener el enfoque, a pesar de cualquier presión. Debemos pedirle a Dios que nos ayude a trabajar bajo presión. La virtud primordial de Rut fué la tenacidad en sus objetivos: Sin duda, era una mujer firme. Se mantuvo fiel al compromiso con su suegra (1.16.17) e incansable mientras trabajaba en los campos (2.7, 17). El resultado de esta constancia es su matrimonio con Boss y el nacimiento de Obed, quien llegó a ser padre de Isaí, progenitor a su vez del rey David (4.17). Más aún, como Jesús provenía de la simiente de David, la moabita Rut llegó a formar parte del linaje mesiánico (Luc 3.31, 32).

Hebreos 13:13 y 14

Salgamos, pues, a él, fuera del campamento, llevando su vituperio; porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir.

Como creyentes, debemos dejar de centrar nuestra vida y esperanzas en este sistema actual, y poner la mira en las cosas de arriba, debemos tomar refugio en Jesús solo, El cristiano verdadero ha hecho una entrega total de su vida, como dijo Pablo:”Con Cristo estoy juntamente crucificado y vino no ya yo mas vive Cristo en mi”.Una entrega total significa estar dispuesto a considerar todas las cosas como basura por ganar a Cristo.
Demos salir de una religión formal e impotente. De los placeres de un mundo pecador, de los engaños de una vida egoísta. La nueva vida en Cristo es estar separado para él, estar dispuestos a padecer por él y a testificar de él .El creyente ahora vive no centrado en este mundo sino que vive a la luz de la vida eterna, buscando la ciudad que está por venir. No podemos mirar este mundo como nuestro destino final, ni como nuestro domicilio fijo , debemos estar dispuestos a soportar la reprobación de ser cristianos temporalmente mientras estemos en este mundo, en virtud de haber creído en Cristo, debemos estar dispuestos a dejar nuestras moradas permanentes, y vivir esperando la ciudad eterna. Debemos estar seguros que nuestra morada eterna no es esta tierra. En este mundo la permanencia no excite, todo es temporal.
La tentación a evitar sufrir por el bien de otros, siempre esta presente delante de nosotros. Pero así como Cristo estuvo dispuesto a sufrir fuera de la puerta para salvar y santificar su pueblo, nosotros estamos llamados a estar dispuestos a padecer por sus vituperios.
EL LICENSIADO ROOSEVELT ESCRIBE DESDE CUBA
Hermano Samuel, permíteme llamarte así, cuanta verdad para estos tiempos, que difícil se hace mantenerse firme aun para los que llevan más años en los caminos del señor, la tentación esta al salir de la puerta de nuestras casa en las esquinas en el barrio, y dentro de la casa en la TV, es como si camináramos tan de prisa que los últimos tiempos se van presentando aun sin darnos cuenta, solo hay una forma de mantenernos firmes y es mantenernos en oración uno por los otros y rodilla en tierra, pues Dios nos mantiene en el mundo y nos mantendrá hasta el ultimo día, pues somos llamados hacer la sal de la vida (tierra) y el día que esa sal ya no este entonces vendrá el fin. Saludo Roosevelt-----


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