LA IMAGEN ESPIRITUAL DEL CREYENTE

Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

Ha sido comúnmente interpretado por los cristianos que en todos los creyentes hay una continua lucha entre dos aspectos de su ser: “El hombre viejo, que describe al ser humano en su condición caída del Edén y el Hombre Nuevo” el cual es implantado en nosotros en el momento de la regeneración, y que viene a sobreponerse al hombre viejo. De acuerdo con este punto de vista, tanto el hombre viejo como el hombre nuevo serian dos pastes distinguibles del mismo creyente, antes de la conversión es un hombre viejo y en el momento de la conversión es un hombre nuevo que tiene un hombre viejo adentro, porque el hombre nuevo no puede desprenderse totalmente del hombre viejo, quedando entonces según esta interpretación, que el creyente es parcialmente nuevo y parcialmente viejo.
Este modo de interpretar el tema, no solo es difícil de entender, sino que nos inyecta una auto imagen completamente ajena a la Biblia, podríamos pensar que somos primariamente hombres nuevos y que secundariamente somos hombres viejos.
Es como decir que somos regenerados y que sin embargo no hemos sido regenerados del todo todavía, El nuevo testamento nos exhorta a que nos miremos como nuevas criaturas en cristo. nos dice que cuando aceptamos por fe a Cristo, el viejo hombre es desplazado completamente y que somos revestidos del nuevo hombre, esta regeneración es: primero INSTANTANEA, la implantación de un nuevo principio o germen de vida es instantánea segundo Es RADICAL, porque es un cambio total en el estado del hombre que afecta toda la dinámica, espiritual y moral del creyente, tercero es PRIMARIAMENTE EN EL CORAZON, es decir conciente y subconsciente, donde se fraguan las decisiones fundamentales del ser humano, y donde la energía psíquica obtiene su volumen y dirección, Como el nuevo testamento enseña que el creyente por la fe ha descartado el viejo hombre, debemos pensar en nosotros como un nuevo hombre, aunque este nuevo hombre no es perfecto todavía, sino que esta en proceso de renovación ,el nuevo hombre y el viejo hombre deben ser visto primariamente como la gran transición de la muerte espiritual a la vida espiritual, que empezó su existencia a raíz de la muerte de Cristo en la cruz del calvario y que ahora debe ser apropiada por fe. Y secundariamente como el proceso de cambio en la vida del creyente, el creyente entra en una nueva manera de vivir, cuando se apropia por la fe de esta verdad. Objetivamente significa que con la muerte de Cristo, la manera de vivir antigua y pecaminosa ha sido eliminada para siempre, porque ha perdido su poder sobre el pueblo de Dios, y una nueva manera de vivir asociada con la nueva creación de Dios ha sido inaugurada en nosotros y los creyentes entran en esta nueva manera de vivir, de la mano del Espíritu Santo.
Esto no significa que el cristiano ha terminado la lucha en contra del pecado, El Nuevo testamento esta lleno de esta lucha, la vida del cristiano es una batalla, una carrera, una lucha en contra de los espíritus malos (1 Juan 1.8) Lo que sucede es que cuando pecamos estamos de momento viviendo según el viejo hombre o la vieja naturaleza que ya hemos repudiado, vivimos entonces de modo contrario a lo que ya realmente somos en Cristo, aunque ya hemos sido regenerados vivimos de modo contrario, no como regenerado, aunque ya hemos sido revestidos del nuevo hombre vivimos de modo contrario al nuevo hombre, solo podemos vivir el estilo de vida de una persona regenerada cuando entendemos, que ya nuestra vieja naturaleza fue quitada por cristo en la cruz del calvario en un acto único e histórico, cuando nosotros entendemos que hemos sido bautizados con Cristo en sus muerte vivimos una vida de victoria.